Los familiares de las personas que perdieron la vida en el deslizamiento, requirieron de acompañamiento psicosocial de acuerdo a las diversas necesidades que surgieron durante el reconocimiento de sus seres queridos en la morgue temporal habilitada.

Como primera respuesta, un grupo de psicólogos se hizo presente en este evento con la responsabilidad de facilitar el restablecimiento de contacto con familiares desaparecidos durante el evento, así como el componente de salud mental y apoyo psicosocial, en el cual participaron como varios psicólogos .

Ante un evento de tal magnitud e impacto, no solamente los familiares y la comunidad recibieron un impacto en su psiquismo, sino también el personal de emergencias que participó durante los 30 días que duró el operativo, quedando en mayor grado de vulnerabilidad aquellas personas que se mantuvieron activas la mayor parte del tiempo.

Como parte de las lecciones aprendidas después del operativo, surgió la inquietud de establecer protocolos y lineamientos de intervención para el componente de salud mental y apoyo psicosocial, ya que pese al esfuerzo excepcional de los colegas profesionales que colaboraron en el operativo, las necesidades aún siguen vigentes para los familiares, la comunidad y los trabajadores que colaboraron durante el manejo del desastre.